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 ¡Hola, gente linda! ¿Cómo están?

Paso por acá para contarles que, cómo no podía ser de otra forma, encontré una nueva forma de complicarme la existencia. Sí, es más fuerte que yo.

Cómo todos sabrán y padeseran, la economía en el país está imposible y la industria editorial cada vez está más cara, sobre todo para los que somos autopublicados (para el que no saben, costeamos absolutamente todos los gastos y créanme, son muchos). Así que se me ocurrió la grandiosa idea de imprimir mis libros. Sí, cómo lo leen, estoy haciendo la mayor parte del trabajo que tiene el libro yo solita. 

Obviamente que hay cosas que no puedo, por ejemplo la corrección. Al menos yo no puedo corregirme. Pero todo el resto lo puedo hacer y en eso estoy. Así que eso se lo dejo para los que saben.

Hace un tiempo, que a fuerza de videos en Youtube, comencé a aprender a usar el programa de diseño, InDesign. Tengo que decir que es más fácil de lo que me había dicho un editor, pero es lógico, ahora tiene un poquito menos de trabajo.

Después de muchas horas de prueba y error, logré maquetar mi segundo libro (y quedó hermoso). Obviamente que se puede mejorar y lo voy a hacer cuando termine el curso que estoy haciendo. Pero quedé muy contenta con el resultado.

Luego de terminar de maquetar, que para el que no sabe, es el diseño del interior de un libro, comencé con la impresión. Compré las hojas de papel reciclado en A5 y puse a trabajar a mi pobre impresora. 

Creo que de todo el proceso es lo que más trabajo me dió, ya que no puedo poner todo el libro a imprimir, porque al primer error, pierdo muchísimas hojas. Así que, lo tengo que imprimir de a poco y controlando que la impresora no haga de las suyas.

Después llegó el segundo aprendizaje de esta locura, (porque si, tengo que estar loca para hacer todo esto).  La encuadernación. Jamás había encuadernado nada, salvo anillados. 

Estuve un par de meses averiguando los tipos de encuadernación que hay y más o menos, como era el procedimiento de cada uno. Me terminé decidiendo por la encuadernación japonesa, ya que me pareció que no era tan complicada y sobre todo, estéticamente me gustó mucho.

Mi hermano me hizo la prensa de encuadernación y empecé. En ese primer ejemplar, cometí todos los errores que se puede cometer. TODOS. No deje nada para el siguiente. Así que después de renegar mucho, lo pude terminar y quedó hermoso.

Mi idea es hacer quince ejemplares, a lo sumo, veinte, no más. El primero y maltrecho, es mío. El segundo y tercero, son para mis hijos, y como van a estar numerados, voy a tener que hacer un especie de sorteo para evitar disputas. El resto, los voy a vender y con ese dinero acercarme un poco al monto de impresión tradicional.

Tal vez, algún día, alguna editorial se dé cuenta que existo y me publique; mientras tanto, voy a hacer lo que pueda para que mis historias lleguen, por lo menos, a algunas personas.

Les mando un beso 😘😘😘

¿Ustedes, comprarían un libro autopublicados y absolutamente artesanal? 🤔

En mis sueños

 

En mis sueños

 

 

Sentada en el sillón en el patio de mi casa, espero como todos los días, a que llegue él.

Sé, que no sería capaz de fallarme.

Ya es tarde y el cielo está repleto de pequeñas estrellas que titilan. Es una noche hermosa. Y la suave brisa fresca, huele a rosa.

—Hola, mamá —me saluda parándose delante de mí. Como todas las noches no lo escucho llegar.

—¡Hola hijo, viniste! —le digo emocionada.

—Sabés que no te dejaría esperando.

Se sienta en el sillón que está a mi lado y se pone a mirar el cielo conmigo.

—¿Te acordás cuando eras chiquito y nos sentábamos acá mismo a mirar el cielo? —le pregunto mirándolo de reojo para ver su expresión.

—Sí, era mi momento favorito del día —responde sonriendo. Sigue teniendo la misma sonrisa de cuando era apenas un nene.

Me sonrió. También lo era para mí.

—Contame, ¿Cómo estás? —le pregunto cómo todo los días.

—Estoy bien. Realmente muy bien.

—Me da mucha alegría escuchar eso —respondo con un nudo en la garganta.

—¿Y vos, cómo estás?

—Trato de estar bien. Pero es duro. Todavía no me acostumbre a la idea.

Él asiente con la cabeza, pero no me dice nada.

—Es lo que me tocó y tengo que aprender a llevarla —digo con resignación.

—No te queda otra, mamá. Sé que es difícil pero, poco a poco, lo vas a ir superando.

—No lo creo… Pero voy a tratar.

Hablamos por varias horas, del pasado y del futuro. Esto último, no es algo de lo que me guste hablar, pero a él lo hace feliz escucharme planificar cosas, que sé que no voy a hacer.

Como todas las noches, desde hace un año, cuando está por amanecer, él se pone de pie y me dice:

—Me tengo que ir, mañana nos vemos.

—¿Ya te vas? Quedate un ratito más…

—Sabés que no puedo.

—Ya lo sé… Pero es tan duro despertar cada mañana y ver tu cama vacía... Te extraño tanto…

—Lo sé mamá. Pero tenés que seguir. Me lo prometiste.

—Sí —le contesto en un susurro.

Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir, él ya no está. Una lágrima se desliza por mi rostro como desde hace un año.

Otra vez, tengo que esperar a que vuelva a caer la noche, y conformarme con estar con él, aunque sea tan solo por un momento, en mis sueños.

 

Bienvenid@s

¡Hola! Te doy la bienvenida a mi locura.

Antes que nada me voy a presentar. Mi nombre de nacimiento es Cecilia, pero en este mundo de letras, soy MaCom. 

Vivo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a mi marido, mis dos hijos y mi mamá.

Comencé a escribir casi, por error. Sí, no fue algo planificado ni mucho menos. Tampoco era mi sueño... Simplemente un día, mientras me bañaba, comencé a "escuchar" el primer párrafo de mi libro "Hoy sí o sí" (por eso es que digo que estoy loca, entre otras cosas). Así que ahí estaba yo, jabón en mano, repitiendo esa primer párrafo, noche tras noche; así que agarre un cuaderno viejo y la escribí, con la idea que así iba a pasar, pero no fue así. Ese fue el comienzo de todo lo que vino después.

Tarde dos años en terminar ese primer libro. Luego me empezó a "picar" la necesidad de que alguien lo lea. Vale decir que hasta ese momento, los únicos que sabían que estaba escribiendo eran mis hijos (por el simple hecho que los tenía pegados a mi, todo el santo día). Así fue que encontré Wattpad y meses después Booknet (en aquel momento Litnet). Empecé a subir capítulo a capítulo. Y a escribir varios libros más. 

Pero cómo nada me alcanza, un día me levanté y dije "voy a publicar en Amazon". Sí, así nomás... 

Nunca pensé que me iba a llevar tanto tiempo y esfuerzo... 

Pero ahí surgió otro tema ¿Cuál de todas las novelas que tenía terminadas iba a editar? Después de muchas idas y vueltas me decidí por "Tal para cual" ¿Por qué? Porque es el tipo de libro que he buscado y que nunca encontré. Una comedia romántica que realmente te haga reír.

Bueno, ya estaba tomada la decisión de autopublicar, el libro elegido y acá empezaba el verdadero trabajo; la corrección...  

Perdí la cuenta la cantidad de veces que leí mi libro intentando corregir. Para cuando me quería dar cuenta, me estaba riendo, por lo tanto, ya no estaba corrigiendo sino leyendo. Así fue que busque ayuda. No quería envejecer leyendo una y otra vez lo mismo. El destino me llevo a conocer a la genia de Stella Roque, ella fue la encargada de ayudarme a corregir. 

Mientras tanto iba aprendiendo a maquetar, a usar Ilustrator para la portada y a subir el PDF, tal cual me lo pedía Amazon. Todo gracias a YouTube (es el mejor invento de la historia).

Publiqué en Amazon, pero no resultó como pensaba. Luego decidí buscar una editorial, ahí es cuando encontré Tinta libre. Estuve con ellos un año, pero por varios motivos, decidí volver a intentar a autopublicar por mi cuenta. Y es en donde estoy ahora mismo. 

En todo este tiempo aprendí varias cosas y espero poder ponerlas en practica.

Bueno, no le doy más lata. Este es más o menos el camino que recorrí hasta acá.

Nos leemos...

Besos voladores...💋

¡Ah! Casi me olvido, si querés reír a lo loco, entrá en https://www.amazon.es/Tal-para-cual-Ma-Com/dp/B09KN7YY2C, o si vivís en Argentina, te podés poner en contacto conmigo en yporqueno17@hotmail.com y te lo hago llegar.

Te aseguro que no te vas a arrepentir.